lunes, 19 de enero de 2009

Dos.

Aparentemente las cosas cambian al cambiar de perspectiva.. pero sólo aparentemente. Al final lo blanco seguirá siendo blanco aunque se apague la luz, la lluvia mojará igualmente aunque se contemple desde el sofá, y los amigos perdidos seguirán siendo fotografías viejas que no dejaré nunca de mirar y mirar.

Al principio de todo yo era fuerte, de verdad: No te necesito, si las cosas están asi
por algo será, yo estoy bien, estoy perfectamente, estoy mejor que nunca, soy libre, soy feliz. Hoy simplemente estoy sola. Sola por dentro. Perdida, autohumillada y vagando en mi propio bucle de la vida que yo misma me he creado, como quien se monta una pocilga para rebozarse continuamente en su propia mierda. Asi me siento yo. Sola y amargada, sin nadie al otro lado de la cama ni del teléfono. Malgastando maquillaje y tiempo en depilación y demás ideas estúpidas y antinaturales, con el fin de encontrar un "yo que sé que qué se yo". Porque esa es otra: Ni siquiera sé qué quiero.



Y ni siquiera tendría a quién contárselo.

Natillas